domingo, 17 de marzo de 2024

El tobogán S XXI

Bajas por un tobogán aceitado y te conviertes en un poseído.

La piel se te pone al rojo y puedes hacer cualquier cosa.

Puedes matar.

Matar es una nimiedad cuando solo cuentas tú y tus molinos de viento. 

Ellos soplan y tú ardes. 

Hay una luz cegadora y los otros se derriten detrás de una cortina de vapor que te libera de...


Hasta aquí la situación es sostenible: tú ardes y ellos se derriten, fríos como muertos, tras una cortina de agua pulveriza mientras aceitado te deslizas al ras del tobogán. Más vale que nada te corte el paso. Matar es una nimiedad, como he dicho.


Podría agregar: vas ciego, pero tu vértigo se acomoda al mapa con precisión. Hay una fiebre que traza. Un deseo rojo y firme que rueda, por lo tanto tienes los ojos muy abiertos. cada movimiento es un tic-tac con el poder destructivo de una bala.

Las marchas están en quinta.