lunes, 31 de octubre de 2011

HABLA EL PASTOR, de Antonio Gamoneda











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Sobre la calcificación de las semillas, ante las flores abrasadas y la desaparición del pensamiento,

tejen la yerba manos invisibles. Ah, cómo temo su pureza. Veo

lana sangrienta y, en los alimentos, grasa mortal, cánulas negras y, bajo ramas inmóviles, cuerdas y sombras y preservativos.

Pero, ¿soy yo quien mira con mis ojos?

Arden los huesos en el vértigo, oigo la fermentación del rocío: ¿quién llora bajo los árboles torturados? Veo

las llagas de la luz, altos patíbulos y serpientes y aceites industriales bajo los lóbulos de las amapolas.

¿Estoy yo en mí y peso sobre la tierra? Es extraño.

En cualquier caso, tengo miedo y los insectos viven en mi corazón.


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