lunes, 7 de enero de 2013

mi viaje, tercer intento

amanecí en ese sótano donde el fuego cabalga sobre el fuego,

soñando

la rodilla imploró compasión

prosternada ante sí misma y los suyos 

-genes antiguos como montañas antiguas-

hijos del viaje y del mar

 

con voz de ceniza

cantan

hoy

los océanos

en ese amanecer triste

en ese sótano

que no entiende de rodillas

 

ni de mapas

ni de vientos