sábado, 11 de febrero de 2012

Buscamos a Bob y le dimos la bienvenida en cada uno de nosotros (tertulia Café Este o Este)

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"Bienvenido Bob" de Juan Carlos Onetti


Un escritor extraordinario afila el lenguaje hasta convertirlo en un cuchillo capaz de extraer la libra de verdad más recóndita en quien lo lee.
El lector extraordinario se aviene a la operación sin resistencia y deposita el tumor extirpado delante de sí, para contemplarlo con la fascinación de un científico -he aquí la experiencia de catarsis de los griegos-.
Respira hondo, observa, y festeja como una ironía aquello que lleva dentro y desconoce sabiéndolo: La esencia humana es Lo hecho que significa Deshecho. Mundo irreparable en el que todo se haya perdido.

Un escritor extraordinario escribe sobre sí, porque Él es Otro a Pecho Abierto. Otro que habita, por una elección insondable, en la dimensión del artista; renegando de la persona sin soberbia.
Pensar que Juan Carlos Onetti, por ser quien fue: un alcohólico y misántropo, además de Uruguayo -pueblo nostálgico y detenido en el tiempo-, produce lo que esa condición le permite y le dicta, conlleva oponer resistencia a la revelación de un saber incómodo, universal, e insoslayable. Saber que este autor, extraordinario, transcribe en su obra y nos regala; envuelto, eso sí, en un papel que no puede rasgarse con prisa o violencia pues provocará heridas, quejas, e infantiles reproches.


Le han dicho que el amor tiene las entrañas podridas.
Entre llantos, le dicen
que defeca sus besos mezclados con sangre.

No hay marcha atrás
es la cuerda del Concepto estrangulando Su condena sobre nuestra cabeza.

Debajo
la silla
espera.

Todo ocurre en el tiempo de la muerte:
El amor sube
Enlaza un corazón
Y salta.



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