viernes, 26 de abril de 2013

MÚSICA PARA SALVAR VIDAS





Que el Paraíso es la Música bien lo sabemos los poetas. Desalojados de ese mismo paraíso por haber mordido la Palabra en vez de cantarla.
Una palabra que para mí, en este día horrible y maravilloso, comenzó llamándose Lavapiés a las 2:30 P.M., y acabó llamándose ABA TAANO “La alegría de África” y de mi corazón maltrecho.
Qué me llevó a Lavapiés a las 2:30 P.M. ni yo misma lo entiendo.
Sólo me atrevo a decir que fue la Verdad, el metro mediante, un vientre ruidoso que me arrojó frente a unas escaleras de metal, subidas las cuales, creí caer en la guerra: Helicópteros. Filas interminables de furgonetas azules rotuladas con la palabra Policía. Vecinos gritando desde los balcones. Agua cayendo sobre unas boinas azules pagadas con los impuestos de los mismos que maldecían.
Y gente. Mucha gente de raza negra. Redadas me dijeron. Mejor no preguntar. A quienes preguntan los apalean.

En Lavapiés se practica la Barbarie a pleno Sol.
Lavapiés es un coto de caza y los blancos tienen pieles morenas.

Las mismas pieles que los integrantes del grupo ABA TAANO, voces que sanaron mi corazón poco después, a las 8:30 y sereno.
Seis jóvenes: Nabbaale-Mezzo, Nabulya-Alto, Biyinzika-Tenor, Kamogga-Bajo, Mayanja-Bajo, Ssenteza-Bajo y Director.
Seis horas entre la Barbarie y el Paraíso que no fueron fáciles de soportar para este corazón de persona -los poetas morimos por mucho menos-.
Y, para mi sorpresa, acabo de comprobarlo, seis kilómetros entre la plaza de la Barbarie y la plaza de la Alegría, que así bautizo desde hoy al lugar donde se encuentra el Teatro SANPOL de Madrid que albergará los días 25, 26, 27 y 28 de este mes -Abril del 2013-, la Música del Corazón de seis jóvenes Ugandeses.
ABA TAANO “La alegría de África”, apadrinado por www.musicaparasalvarvidas.org

Que usted tiene que estar allí y que yo volveré, redunda decirlo.
Agregar que la emoción me mantuvo despierta, que aquí me pilla la luz de un nuevo día tratando de decir que la Música es la única vida posible, que dejen Ya de maltratar a los huérfanos, emigrantes de pieles morenas.

Cuando la palabra se hace verdad también se hace silencio, y en el silencio sólo cabe la Música.

Por cada amigo menos en Lavapiés, seis amigos más en Uganda,

y Música siempre.