Esos
coches son todos iguales. De faros que apuñalan la noche, llegan
cargados de hombres que tiran abajo las puertas y rompen las cosas,
sobre todo los libros.
Son coches oscuros, con sujetos de misiones oscuras -lo mismo en África, en Asia, Europa o América-.
Buscan a los poetas. Traidores -los
llaman- que alientan con sus metáforas a los cantantes de canciones
hermosas.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario